En esta oportunidad te explicaremos algunos factores a tener en cuenta en el momento de elegir qué arte marcial practicar. Aunque no lo parezca, cuando tomamos la decisión de poner en práctica algún arte marcial, podemos caer en un gran dilema.
Eso es debido a la extensa variedad de artes marciales que hay hoy en día. Están clasificadas por estilos y disciplinas que se desarrollaron a lo largo del tiempo y por ello, hasta este momento se conocen más de 10 tipos.
Todo deporte requiere tiempo y dedicación para que los beneficios den sus frutos y en las artes marciales, sea el estilo que sea, no tiene excepción a dicha regla. Por lo tanto, es de suma importancia tener un conocimiento básico de las disciplinas para saber qué tipo puede resultarnos más beneficioso o que simplemente nos llame más la atención.
Si deseas conocer un poco más a profundidad, algunas de las disciplinas clasificadas como las 10 mejores artes marciales, te invito a que visites nuestro artículo dedicado a dicha información y con suerte, esperamos que encuentres la que más te beneficie.
Es importante aclarar y además tener en cuenta de que no existe ningún arte marcial que sea mejor que otro, eso dependerá de cada persona y los objetivos que desee alcanzar, además de sus condiciones físicas al momento de elegir el deporte.

Factores a tener en cuenta en el momento de elegir una disciplina adecuada
Como bien explicamos previamente, el dilema de escoger un arte marcial que nos resulte adecuado puede entrar en juego cuando conocemos la gran variedad que existe. Sin embargo, hay factores que se deben de tener en cuenta al momento en que hacemos la elección de cualquier disciplina.
Es importante tener conocimiento de dichos factores, ya que nos pueden ahorrar cualquier incertidumbre sobre el deporte en general y así, nos indica cuál estilo puede ser el indicado para que demos nuestros inicios en la disciplina.
Primeramente debemos comenzar con nosotros mismos y es algo que no podemos dejar pasar. Es indudablemente necesario que establezcamos las razones primordiales por las que queremos aprender alguna de estas disciplinas.
Puede ir desde el querer saber cómo defendernos, reducir niveles de estrés, hacer nuevas amistades, mejorar la condición física y entre otras razones que son valederas de cada quien. El propósito de este paso es conocer qué queremos obtener principalmente del deporte a practicar.
Pasando a otro plano, debemos determinar el tipo de contacto que queremos en nuestra arte marcial. Es cierto que en su mayoría todos son de contacto, pero es conveniente saber que varían la frecuencia y la forma de este.
Para clasificarlo de alguna manera, están las artes marciales de contacto enfocadas al golpe tales como el karate y por otro lado están las que se enfocan en los agarres, tales como el Jiu Jitsu o Judo. El Jiu Jitsu es un deporte que últimamente alcanzó mucha popularidad al nivel de ser más practicado que el Judo en algunos países.
Se debe tener en cuenta que en el ejemplo recién dado, las primeras disciplinas dan prioridad a la defensa en golpes hacia su adversario, mientras que en los segundos, toman los movimientos del agresor para manejarlos beneficiosamente mediante un forcejeo.
Con ello, podemos descartar si no nos resulta beneficioso practicar un arte marcial con grandes movimientos como patadas y golpes de pie o mano y por el contrario, nos parece más adecuado escoger una disciplina que se centre en un arma en especial.
Si se desea un poco de ambas clases, podríamos fijarnos en las artes marciales mixtas y como último, hay disciplinas que no exigen contacto, tal como el taichí.

La resistencia y agilidad entre los factores
Como dijimos anteriormente conocer nuestras capacidades es necesario para escoger el arte marcial adecuado y por lo tanto, se debe tener en cuenta que tanta puede ser nuestra agilidad, resistencia y defensa en nosotros mismos.
Es decir, en la agilidad es probable que no seamos amigos de las acrobacias y nos resulte plenamente complicado poderlas llevar a cabo, como por ejemplo, lanzar patadas a una gran altura.
Sin embargo, si son estas las cualidades que se buscan fortalecer, a medida que se desarrollen los entrenamientos dicha cualidad puede mejorar constantemente hasta alcanzar el objetivo deseado en la mejora.
En suma, la flexibilidad que disponemos de nuestro cuerpo también hay que considerarlo, puesto que algunas disciplinas toman parte del tiempo para mantener posiciones complicadas de los entrenamientos, así como las técnicas de inmovilización que vemos en los distintos combates.
Por consiguiente, existe otro elemento importante que es aprender a tener el balance de nuestro cuerpo, ya que con ello se llevan a cabo los movimientos de ataque y defensa de manera rápida pero efectiva. En disciplinas como el Kung Fu, Boxeo Tailandés o kickboxing, este factor es importante.
Pasando a otro plano, la resistencia es otro factor a tener en cuenta y que es necesario no pasar por alto. La resistencia de nuestro cuerpo durante las actividades físicas irá cambiando siempre y cuando se intensifiquen los ataques, bien sean del entrenamiento o durante el combate.
Aunque también es cierto que algunas artes marciales dependen de un fondo en resistencia más desarrollado tal como el kickboxing o el boxeo tailandés, cuyas prácticas van desarrollando el sistema de resistencia cardiovascular.

Otros detalles de las artes marciales a tener en cuenta como defensas personales
En su mayoría, las artes marciales surgen como técnicas de defensas personales ante cualquier situación que la vida nos presente y corramos peligro, aunque haya personas que crean que las artes marciales están destinadas a incentivar la violencia.
Incluso, hay algunas disciplinas como el Aikido que el contacto físico no se emplea en ningún momento siempre y cuando el individuo no sea atacado.
Por el contrario, están aquellas clasificaciones en la variedad de artes marciales que están completamente destinadas a los lanzamientos de golpes incluyendo patadas entre otras técnicas que permitan atacar al adversario o en su defecto, contraatacarle. Tales deportes incluyen el taekwondo y el boxeo tailandés.
Sin olvidar el Judo, el cual es impecable en el sentido de inmovilizar a cualquier agresor mediante técnicas de ataques sumamente rápidas, pero precisas y por supuesto, efectivas.
En suma, entre los distintos tipos de artes marciales están aquellos en que la técnica del movimiento está por encima del contacto como bien lo dijimos anteriormente, así como por otra parte tenemos al karate que se centra en controlar la energía de nuestro ser para transformarla en motivación.
En contraste, algunos deportes promueven mayormente el ritmo de los movimientos por encima de la resistencia de la práctica, así como el tradicional Kung Fu.
Además, disciplinas como el Jiu Jitsu o el judo, no exigen una condición de resistencia tan alta como los que mencionamos previamente, pero cuidado que con esto no queremos decir que no necesiten de un fondo en resistencia física, porque la verdad es que los distintos tipos de ataque como llaves en inmovilización y forcejeo promueven una lucha intensa que requiere de buena resistencia.
Incluso aunque se trate de combates de poco tiempo, los luchadores se entregan por completo en la intensidad que marque el contrincante y por lo tanto, toda su energía está dedicada a ese corto tiempo de pelea.
