La historia de El Santo, el icono de la lucha libre mexicana

El Santo es una figura emblemática de México y la lucha libre. Su popular máscara plateada llevó a apodarlo como el “Enmascarado de Plata” y la curiosidad por ver el rostro de esta persona permaneció durante muchos años. Hoy en día, su recuerdo sigue presente en cada uno de los seguidores mexicanos de la lucha libre.

Rodolfo Guzmán Huerta

El 23 de septiembre del año 1917, nació en el estado Hidalgo perteneciente al territorio mexicano, Rodolfo Guzmán Huerta. Años más tarde, Guzmán junto a sus padres y hermanos, se mudaron al centro de Ciudad de México.

La niñez de Rodolfo estuvo rodeado de deportes, practicó en disciplinas como el béisbol y fútbol americano, pero a medida que iba creciendo, se interesó por las artes marciales. En específico por el Jiu-jitsu y las peleas grecorromanas.

Cuando estaba comenzando la época de los años 30, la lucha libre era toda una disciplina popular de los Estados Unidos, pero en México no se tardó mucho en tomarlo y darle su propio toque cultural.

Para esa fecha, Guzmán era un joven que trabajaba en una fábrica textil que al momento en que terminaba su turno de trabajo, se reunía con dos de sus hermanos en un ring del Casino de la Policía de Ciudad de México.

Ese sitio donde se encontraba el ring, fue el lugar donde inició toda la formación y aspiración de Rodolfo como luchador.

El considerado “Padre de la lucha libre mexicana” Salvador Lutteroth fue el empresario que avivó la popularidad de la lucha libre profesional durante esta época en México. Por lo tanto, en todo el territorio mexicano ya había el reconocimiento suficiente para que alguien aspirase a unirse a este mundo.

En tal caso, el hermano de Rodolfo, Miguel, fue el primero en participar como luchador profesional y se hizo llama Black Guzmán. El siguiente en unirse fue el otro hermano, Jesús cuyo nombre fue Pantera Negra.

Lamentablemente, la carrera de Pantera Negra no duró tanto tiempo como todos podían imaginar. Ese mismo año de su debut, perdió la vida en un evento de lucha libre que se organizó en Puebla.

El debut de El Santo

La partida física de Jesús no fue un impedimento para que Rodolfo se uniera a la lucha libre profesional. Sin embargo, su identidad desde muy temprano en sus inicios resultaba todo un misterio y además no se conoce con exactitud cuál fue su evento debut.

Algunos rumores dicen que su primera participación fue en 1934 en la Arena Peralvillo Cozumel y otros indican que fue en Ciudad de México para 1935 en el Deportivo Islas.

Todo tipo de rumor quedaría descartado al escuchar el audio que presentó la Fonoteca Nacional de México en el cual, El Santo confesó cómo fue su primera pelea.

Entre algunos de los detalles que ofreció El Santo, dice que su debut fue a la temprana edad de 16 años. Su rival fue Eduardo Palau, quien años más tarde se convertiría en referee.

Se llevó a cabo en Anáhuac, una arena casi desaparecida y después el enfrentamiento tenía lugar en la Arena México, pero, según dice El Santo, era la antigua más no la moderna. Fue allí donde tuvo su aparición como El Santo.

Sin embargo, los registros previos a que se presentase como El Santo, demostraron que Guzmán utilizó varios sobrenombres mucho antes de quedarse con el último. Algunos de ellos fueron “El Enmascarado”, “Rudy Guzmán”, “El Hombre Rojo”, “El Murciélago Enmascarado II”.

Este último apodo generó un poco de controversia debido a que era prácticamente una copia a un luchador bastante popular de aquel momento e incluso el luchador, Jesús Velásquez, hizo un reclamo que terminó con la Comisión de Boxeo y Lucha apoyando a favor de Velásquez para 1938. Por lo tanto, Guzmán no tenía permiso de utilizar dicho apodo.

Más de un par de años más tarde, el entrenador de Rudy Guzmán formó un equipo de luchadores entre los que participaría Guzmán y entonces, Jesús Lomelí (su entrenador) le hizo escoger entre tres opciones: “El Santo”, “El Ángel” o “El Diablo”.

La fecha oficial de la primera participación de Guzmán como El Santo, registra el 26 de abril de 1942 y desde entonces, fue el nombre que le siguió acompañando lucha tras lucha hasta el último de sus días.

El Santo

El paso de El Santo en el cine y los cómics

La popularidad de El Santo se hizo notar casi desde el primer momento dentro del ring gracias al carisma como luchador. Su característica máscara tuvo un papel muy importante en aumentar su reconocimiento en todo territorio mexicano, pues era su sello personal en todo momento y su identidad seguía siendo un misterio.

A pesar de todo, esas características no fueron lo único que hizo de El Santo en una leyenda de la cultura mexicana y de la lucha libre. Para los comienzos de los 50, José Guadalupe Cruz, un escritor y empresario, llevó hasta Guzmán la propuesta de hacer un cómic basado en su personaje.

La tira cómica llevaría por nombre “El Enmascarado de Plata” haciendo referencia al antifaz que siempre utilizaba El Santo para sus peleas. La manera en la que se contaban las historias del comic, se hicieron con muchas fotografías dando así un aire de collages. Estas secuencias de imágenes tenían a El Santo posando para ellas.

La trama de las tiras trató de muchas situaciones peculiares como que El Santo se enfrentaba a entornos sobrenaturales, asesinos y otros personajes peligrosos así como también luchaba contra hombres lobos.

Para los años 80 el modo en crear las historias cambió un poco, ya que El Enmascarado de Plata dejó de posar para las fotografías y los retratos pasaron a crearse a modo de dibujos entintados así como la mayoría de los comics que estaban vendiendo en ese momento.

Por otro lado, en las creaciones cinematográficas más recientes de la actualidad, El Santo vuelve a ser retratado en la película Coco de Disney para el año 2017.

A lo largo de esta película podemos apreciar que el recuerdo de El Santo sigue siendo admirado y estimado por todos los mexicanos y pertenece indudablemente a la cultura mexicana.

La escena la contemplamos cuando el personaje Ernesto de la Cruz muestra en forma de homenaje al Enmascarado de Plata, durante una fiesta especialmente organizada para él en el mundo de los muertos.

El carnet que revela el rostro del Enmascarado de plata

Como bien sabemos, El Santo mantuvo siempre en secreto su verdadera identidad desde casi sus primeras peleas a los 16 años de edad.

Uno de las razones por la que este luchador profesional tuvo una popularidad tan masiva era por el hecho de que sus fanáticos no conocían su rostro, ya que todo lo que él permitió ver a través de su máscara plateada, eran sus ojos y boca.

Así que durante mucho tiempo fue un misterio saber cómo lucía el rostro de este ícono mexicano.

Guillermo del Toro, director de cine, durante una exposición llamada En casa con mis monstruos, dedicó un espacio para El Santo. En esta oportunidad, se trató de un carnet registrado en la Asociación Nacional de Actores de México donde se exhibe por completo el rostro del luchador mexicano.

Esta vez es considerada el momento donde todo el público pudo apreciar por primera vez la identidad de El Santo.

Deja un comentario